Un oasis acústico
Los sonidos procedentes de seres humanos son el primer motivo de distracción en el lugar de trabajo según Alan Hedge, de Cornell University. Por ello resulta tan importante contar con una buena absorción y aislamiento acústico en el entorno laboral.
El paisaje laboral ha sido testigo de diversas evoluciones importantes a lo largo de su historia. Los arquitectos y diseñadores se esfuerzan continuamente por encontrar el equilibrio perfecto entre el bienestar del empleado y la privacidad, manteniendo en todo momento un entorno colaborativo y dinámico.
Antes de la revolución de las oficinas de espacios abiertos, la norma para la mayoría de los empleados eran las oficinas modulares. En el Reino Unido, Sir Charles Trevelyan fue una de las primeras personas en tener en cuenta la influencia del lugar de trabajo físico y en formular la importancia de contar con salas separadas para evitar interrupciones y facilitar la concentración.
Filas de oficinistas
Al llegar al siglo XX, los arquitectos contemplaron el espacio y la flexibilidad de una oficina diáfana como una forma de liberar a los empleados de los límites de sus cubículos. Con el noble deseo de eliminar las oficinas modulares y ayudar a lograr un entorno laboral más interactivo y dinámico, las oficinas de espacios abiertos sustituyeron las filas de oficinistas.
La modularidad es la clave
Reducir el nivel de distracción y los efectos perjudiciales del ruido, sin por ello dejar de crear un ambiente flexible, privado y atractivo, puede ser un reto. Muchas oficinas abiertas han hecho frente a este reto incluyendo salas de reuniones o espacios sin ruidos en los que la gente pueda refugiarse y trabajar cuando tengan tareas que requieran un alto nivel de concentración. Sin embargo, con la modularidad y los tabiques divisores móviles pueden surgir otros problemas. El ruido de una sala puede pasar por encima de los tabiques divisorios y a través del techo, molestando a la oficina contigua. Por ejemplo, la transmisión de sonido de habitación a habitación puede reducir la productividad hasta en un 7%.
Diversas investigaciones han demostrado que los trabajadores expuestos al ruido de oficinas abiertas son un 15% menos productivos, tienen mayores dificultades para concentrarse y pueden perder hasta 20 minutos diarios de concentración en el trabajo debido a pequeñas distracciones en la oficina. El uso de techos que absorban y aíslen el ruido puede bloquear el sonido que llegue desde la sala contigua o el piso superior, reduciendo así las distracciones en el lugar de trabajo y ofreciendo la privacidad necesaria para compartir información sensible.
Preguntas más frecuentes
Hemos recopilado una lista de las preguntas que nos hacen más a menudo nuestros socios y clientes. Nuestras respuestas le servirán de asesoramiento.